opinión

“AMBITO LEGAL”

Por: Carmelo Corripio Pineda “El Búho”

 

JUICIOS ORALES:

 

Un connotado jurista igualteco refirió lo siguiente acerca de los juicios orales: Dice que las picardías cotidianas en los ámbitos jurídicos terminarían, evidentemente, los juicios orales no acabaran de tajo con la corrupción, pero sin duda es una buena alternativa en la que se debe tener fe. Los juicios orales constituyen un sistema legal moderno, pragmático y democrático, en la medida que el pueblo a través de ellos recupere la confianza en la justicia, en esa dimensión se acelerara el desarrollo del país. No obstante, la incredulidad que tiene la ciudadanía en los juicios orales es fundada, de hecho, se teme que jueces sin escrúpulos sigan haciendo de las suyas, con una conducta abyecta que genere a una mayor inseguridad y delitos. Si francamente se quiere avanzar con los juicios orales, es preciso un cambio de quienes se encarga de procurar e impartir justicia, esencialmente democratizando su designación; En tanto ello no suceda, las posibilidades de éxito son escasas.

En la actualidad el presidente de la República sigue influenciando con su liderazgo la designación del procurador de justicia, quien sobra apuntar, será incondicional del jefe del ejecutivo; No importa si se trata de un personaje sin talento jurídico, ni conocimiento del medio, alguien que seguramente salió de un despacho privado donde era simple escribiente y de ahí brinco a la gran responsabilidad de procurar justicia a la nación, por supuesto, con resultados desastrosos; Esta comprobado, quien llega por capricho del “mero mero” no podrá ni lejanamente con el cargo asignado, muestra tangible, es que desde hace decenas de años se carece de un procurador de justicia capaz, los que no han sido obtusos fueron indolentes, pero con el común denominador de la nulidad. El nombramiento del procurador de justicia nacional debe ser de elección popular, es imprescindible que sea el ciudadano quien elija a quien se encargara de investigar delitos y perseguir delincuentes, sin que existan excepciones o favoritismos, circunstancias que hoy son el pan de cada día. A nivel de jueces también subsiste el mismo vicio los once ministros de la corte son colocados por quien habita los pinos, por lo tanto, sin mas obedecen consignas, procediendo constantemente contra la voluntad generalizada. Es indispensable la designación democrática de los ministros de la corte, quienes a su vez conformen un verdadero poder que no sea dependiente ni incondicional del tlatoani en turno. 

Después de esos cambios preporendantes, los juicios orales constituirán una alternativa favorable, de lo contrario reiteramos, las posibilidades de mejorar la justicia serán mínimas. Lo que más molesta a la población, es la complicidad habitual en los hombres del poder; Lo que más ofende a la gente, es que los políticos de alto nivel a pesar de las banalidades e ineptitud ampliamente demostradas nunca son juzgados por su ominoso actuar. Resulta afrentoso e intolerante ver que los encumbrados hacen de las suyas, siempre en perjuicio de la población. En síntesis, los juicios orales son una excelente opción para mejorar la justicia en México, pero ello solo se lograra con distintos y mejores hombres en la procuración e impartición de justicia.