Columna: Lectura Política

LECTURA POLÍTICA

Noé Mondragón Norato

Figueroa y su regreso al redil tricolor

 

La reaparición política del ex gobernador priísta Rubén Figueroa Alcocer, en un evento electoral de la Costa Grande, debe leerse en su justo contexto. Porque, relegado de las decisiones más importantes dentro del PRI, a Figueroa y su grupo no les quedó más que apechugar. Se entiende que perdieron de nuevo, ante la influencia y cabildeo político de la dupla Manuel Añorve-Héctor Astudillo, frente a la federación tricolor y el presidente Peña Nieto. Pero dicho grupo de poder tricolor local, tiene escondidos algunos ases bajo la manga. Hay que ubicarlos.

FIGUEROA: ¿PERDER DE NUEVO?- El grupo político del ex gobernador defenestrado proyecta ayuno de poder de diez años. Desde 2005 no ha podido empujar un cuadro político genuinamente suyo, al gobierno estatal. El último fue el actual senador, René Juárez Cisneros. Con Héctor Astudillo cerró filas en la elección de febrero de 2005, pero no se le dieron las cosas. Luego, en enero de 2011 le abrió paso al ex edil de Acapulco y actual diputado federal, Manuel Añorve Baños, pero volvió a quedarse sin canicas que jugar. Y en el actual reparto del poder tricolor,fue excluido de muchas candidaturas a cargos de elección, incluida la de su hijo Rubén Figueroa Smutny, por la alcaldía de Acapulco. Quizá por esa razón, se quedara agazapado por un buen tiempo, como esperando el momento de resurgir. Su retorno se lee desde distintas perspectivas:1.- En política los simbolismos cuentan. Uno no debe perderse de vista: la rebeldía del diputado local, Rubén Figueroa Smutny, respecto de la dupla Astudillo-Añorve, por cerrarle el paso rumbo a la alcaldía de Acapulco. Dicho personaje estuvo de hecho, a un paso de renunciar al PRI. Se entiende que fue una maniobra de presión con el fin de alcanzar alguna rebanada importante dentro del pastel político tricolor. El grupo Figueroa pudo negociar en este sentido dos cosas: la diputación federal o la senaduría para su grupo en la elección de julio de 2018. Y esoatemperó el vendaval político que se cierne sobre el candidato del PRI al gobierno estatal. 2.- Al que le urge que Astudillo Flores gane el gobierno de Guerrero, es al actual coordinador de los diputados federales de ese partido, Manlio Fabio Beltrones Rivera. Porque de entrada, ya anunció su disposición para saltar de la diputación federal que se le acaba en noviembre próximo, a la dirigencia nacional del PRI que ocupa César Camacho Quiróz, pero que dejará vacante al ir por la diputación federal plurinominal. Sin embargo, si Astudillo pierde, el propio Manlio Fabio cederá importantes bonos políticos. Y hasta se le podría caer la dirigencia nacional tricolor. 3.- El grupo Figueroa ya se percató de la maniobra de Manlio Fabio en el plano federal. Y por eso se sumó abiertamente al proyecto de Astudillo –pero sin asistir a un evento de su candidato a gobernador-, en la coyuntura del cierre de campañas electorales. Evalúa que, en una negociación directa con el sonorense, podría obtener más canicas para su grupo político operadas desde la dirigencia nacional del PRI. Pero antes debe sumarse y apuntalar el proyecto de poder astudillista. Al menos, en la fotografía. Porque en los hechos, las aguas políticas se mueven por diferentes cauces. 4.- Con el PRD y el MC,la pelea es cerrada. Pero si bien es cierto que Figueroa Alcocer ya cedió al proyecto de Astudillo, su hijo no lo ha hecho aún. Eso significa una sola cosa: la ruptura política al interior del PRI, prevalece. Y hay otros simbolismos más: el dirigente estatal de ese partido, Cuauhtémoc Salgado Romero, no realiza trabajo político para su candidato a gobernador. Y se entiende: Temo era la carta fuerte del grupo Figueroa al gobierno estatal y fue excluido de la candidatura. Se entiende que la reconciliación astudillista no llegó hasta él. Sobre todo, porque el candidato del PRI a gobernador muestra como prenda principal, el rencor como divisa política. Y eso le resta simpatías ciudadanas, aunque él no lo quiera ver ni lo perciba. Por otro lado, se acaba de sumar al proyecto de Beatriz Mojica Morga, la candidata perredista a gobernador, el secretario general adjunto de ese partido, Álvaro Leyva Reyes, quien también tiene ciertos entendimientos políticos con el grupo Figueroa. En cierto modo, el regreso de dicho grupo político tricolor debe verse también en dos pistas: la del PRI y la del PRD. A ver cuál de las dos le resulta más rentable.

HOJEADAS DE PÁGINAS…A pesar de repetir el mismo formato, el debate de ayer entre los candidatos a gobernador no fue diferente al anterior. Y quien destacó en el plano de las propuestas concretas esta vez, fue el candidato del MC, Luis Walton Aburto. Porque la del PRD y el del PRI, se dedicaron a morderse mutuamente. El reloj político no les ayuda. Eso está claro.

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